¡Viva el mal, Viva el capital! (´Democracias ferpestas`)

¡Viva el mal, Viva el capital! Ya lo decía la bruja Avería. Pero que mala, que mala era, y que sincera era la japuta. De lo mala que era caía hasta simpática, al igual que las que yo llamo: ´Democracias ferpestas`. 

La requetemala bruja avería preparándose para hacer el mal

Hasta ahora pensaba que una de las ´democracias ferpestas`que envuelven nuestro "perfecto y democrático" sistema social y político, era la ejercida en los cuarteles del ejercito dónde no puedes dar un paso o ir al WC sin que que te lo ordenen o te den permiso tus mandos. Me río de eso que dicen algunos de que prefieren pedir perdon a pedir permiso, a ver si tienen gónadas para desafiar al sargento, les duran, y si después de haber miccionado sin preguntar al sargento, no se les quitan las ganas por un tiempo de volver a repetir su "gran hazaña". 

Otra de nuestras ´democracias ferpestas` bien conocida por casi todos, es la ejercida dentro de las empresas privadas  por señores la mayoría muy ricos, algunos con más deseos que resultados, pero con la misma mala leche, que te hacen, como todos ya sabemos, ese gran favor de contratarte para un empleo en su empresa (que ellos necesitan tanto como tú, pero no te lo dicen para que no te aproveches de lo buenos que son) y te pagan y todo, lo que corresponde por ley, en negro o en blanco o mixto o sin pagarte en algunos casos si se pueden escaquear de esa mala costumbre de pensar tanto en el dinero que tienen los pobres. Todo lo que no sea producir como un autómata, oir, ver, callar y obedecer está fuera de lugar auque en teoría la relación laboral sea voluntaria y por acuerdo de las partes. En realidad el empresario impone las normas de contratación, sueldo y labores, y el empleado bastante tiene con que le dejan firmar lo que por su bien se dedican a pensar por él para beneficio sólo de uno (who will be?) para que parezca que lo hemos acordado entre los dos. Todo se resume en que el empleado cede tiempo, cuerpo, mente y dedicación exclusiva durante el tiempo de trabajo a que tu empledor se enriquezca a tu costa a cambio de pagarte si la crisis económica, la avaricia y las resticiones crediticias no se lo impiden. Y si no, ya sabes dónde tienes la puerta.

Para defender los intereses del trabajador frente a los del capital hubo un momento en la historia en que surgieron ideologías y organizaciones que se ocupaban de ello.  Con un 30% de parias sin amo, sin trabajo y sin nadie que les quiera explotar: ¿Quién se acuerda de eso?

La ´democracia ferpesta` de la empresa privada (o pública si gobierna la derecha), o sea, por si no estaba claro, la dictadura que la burguesía aplica en sus propiedades que funcionan con mano de obra o con el cerebro de los que no poseen casi nada, suele apoyarse en un sistema de "democracia liberal", por supuesto, también ´ferpesta`, que avala estos múltiples espacios dónde el ser humano se convierte en autómata al servicio de quien tiene el poder y el dinero porque no reparte casi nada de los beneficios que el trabajador genera con su trabajo. ¡Todo por la pasta! ¡Viva el mal, Viva el capital! Pues nada, a votar cada cuatro años: ¿Quién necesita una democracia más directa y real con lo bien que estamos?