La Reina del Sur

@AndresErCheca    A estas alturas ya se ha escrito casi todo sobre el "show" dado el sábado por el PSOE. El sábado no fue solo un día trágico para el PSOE, sino que fue también el día en que un ajuste de cuentas entre familias del partido, por poderes, envidias y traiciones, acabó con las esperanzas puestas por mucha gente en un posible futuro de regeneración y cambio político y social en España. El sábado el PSOE cavó su tumba y la tumba de la izquierda (nueva o vieja) por mucho tiempo, y de las posibilidades de que ésta pudiera ser alternativa viable a una derecha radicalizada y corrompida, la que representa el PP. El sábado el PSOE dio un puntapié, con su autosuicidio, a las ilusiones de una militancia, un electorado y unos ciudadanos, en general, hartos de tanta impunidad con los corruptos, hartos de pasar calamidades y cuya única esperanza era un presente mejor gestionado, sin milagros, pero para labrar un futuro de esperanza y de progreso social.

   El espectáculo ofrecido el sábado por el PSOE fue dantesco. Una explosión de "odio familiar" dinamitó un partido en sus contradicciones y luchas de poder internas. No se puede ser más irresponsable. Todos sabíamos que era difícil que un partido acostumbrado a estar en el poder y del lado de los poderosos pudiera estar a la altura de las circunstancias y el momento. Pero el NO es NO de Sánchez a Rajoy nos hizo creer que algo se había movido en el viejo partido. Sánchez aguantó lo mejor que pudo las salvajes presiones de los poderes fácticos y de dentro de su propio partido (¿los mismos?). Pero el lento e imparable avance de Unidos Podemos(UP) y de Ciudadanos, que le habían restado muchos escaños, la imposibilidad de llegar a acuerdos con UP sin que éste se dejara someter por el PSOE, el desafío de los independentistas catalanes y el veto de su ejecutiva a un acuerdo con ellos, y el NO es NO a Rajoy, llevaron al partido a un callejón sin salida: No a Rajoy tiene que se a cambio de un gobierno alternativo para evitar las terceras re-elecciones. Todo ésto dio lugar a una tensión que estalló: sus dirigentes críticos unidos al son de la Reina del Sur (Susana Díaz) dieron un golpe de mano interno para descabezar al Secretario General ante la "amenaza" de un gobierno del PSOE con los independentistas y Unidos Podemos. 

   La excusa para llevar adelante el golpe de los llamados ´Críticos` con el Secretario General, fue cuando su líder, siendo consciente de la tensión interna, decidió promover unas Primarias y un Congreso express del partido. De esta forma, con su No es No, y la inexistencia de candidato o candidato de envergadura que compitiera con él, no daba tiempo a organizar otra candidatura ajena a la suya, se aseguraba el apoyo de la militancia que simpatizaba además con su No a rotundo al PP. Ante tal desafío hubo un amotinamiento liderado por las baronías y sus fieles a ellas, por Susana Díaz (la que le puso para que le cuidara el cargo hasta que ella decidiera mudarse a Madrid, desde Andalucía), Felipe González y Rubalcaba y dimitieron 17 miembros de la ejecutiva para coaccionarlo, que unidos a los anteriormente dimitidos (y sustituidos) decían que era la mitad más uno y se tenía que formar una gestora. Oficialmente eran la mitad menos uno pero eso ya daba igual. El daño y la división estaba hecho. Sánchez resistió, sin dimitir, porque él era un líer que se debía  sus militancia que le había votado en primarias, y el objetivo de los amotinados fracasó en este primer intento, y siguió en su empeño de convocar a primarias para asegurarse en el cargo. El sábado los militantes discutían entre ellos en la calle Ferraz de Madrid, insultaban a sus dirigentes llamándoles golpistas, traidores y fascistas y apoyaban a Sánchez. No se pusieron de acuerdo en el Comité Federal ni sobre contenido ni formas. Hubo dentro gritos, insultos, desacuerdos, urnas fantasma, pucherazos, votos a mano alzada sin secretismo y finalmente la propuesta del secretario general de primarias y Congreso Extraordinario fue tumbada frente  a los que propugnaban la formación de una gestora que provocara la caída del líder. Pedro Sánchez dimitió y ese día fue un antes y un después para la izquierda y para el PSOE.

Pedro Sánchez y Susana Díaz, del PSOE, en un mitín en Andalucía

   Ahora queda lidiar con un PP más crecido y asombrado ante su poder, pese a estar encharcado en decenas de casos de corrupción, debido a la debilidad y (auto)suicidio de su adversario. Y todo por unos acomodados políticos profesionales del PSOE que ven peligrar sus sillones y privilegios si se pacta con otros partidos para gobernar, porque ellos no quieren repartir con nadie. Y sí, se han quedado solos: sin poder gobernar, sin militantes y votantes, los cuales huirán espantados después del espectáculo dado el sábado y cuando vean que ya no sirve el PSOE como herramienta de cambio ni para nada. El "nuevo" PSOE, más debilitado que nunca, dará un gobierno gratis o pagando a la derecha corrupta, con su abstención, para que ellos tranquilamente puedan resurgir de sus cenizas, ya con tiempo, pero sin poder y habiendo destrozado las posibilidades de ser alternativa en muchos años. Además, si el PP quiere provocará terceras elecciones para ganarlas con mayoría amplia y humillar a su antiguo adversario. Unidos Podemos y Ciudadanos recibirán votantes descontentos pero ya nada será suficiente para evitar que el de los sobresueldos y sus secuaces sigan maltratándonos y robándonos indefinidamente. FIN.