Sin gobierno a la vista (y II): Sin pactos se repetirán las elecciones

Los cabezas de lista de los 4 principales partidos que han obtenido representación: Rajoy, Sánchez, Rivera e Iglesias

Leer antes: Sin gobierno a la vista (I): Los resultados de las Elecciones

   En las recientemente celebradas Elecciones Generales, el PP ha logrado 123 diputados con el 28,7% de los votos, seguido del PSOE con 90 escaños y el 22%; mientras que Podemos + sus confluencias tiene 69 escaños y el 20,6% y Ciudadanos es el cuarto con 40 diputados y el 13,9% de los votos. Así pues, la elección del próximo presidente del Gobierno dependerá de la capacidad de negociación de los partidos, ante la falta de mayorías absolutas, que está fijada en 176 escaños. Una situación que podría dar lugar a pactos muy diversos o si no sucede asi, se repetirían las opciones, otra de las hipótesis que se barajan si no queda más remedio. En España los políticos no están muy acostumbrados a dialogar entre ellos, y los electores toman como una traición que un partido pacte con otro al que no han votado. Demasiada polarización diría yo.

   Nuestro sistema electoral no responde al modelo mayoritario, como sucede en otros países como Francia o Reino Unido, donde el ganador, esto es, la lista más votada en cada circunscripción electoral se queda con todo. Nuestro sistema es proporcional, es decir, los cargos o escaños en juego se reparten más o menos proporcionalmente entre las diversas listas en proporción a los votos obtenidos. Y además, las reglas de formación de gobiernos responde a la lógica de un régimen parlamentario, no gobierna quien ha obtenido directamente más votos de los ciudadanos sino quien tiene más apoyo en el parlamento o en el pleno. Aunque nuestras campañas electorales cada vez más se juegan en clave presidencialista, donde en la publicidad electoral se potencia al máximo al candidato que encabeza la lista, los ciudadanos no son llamados a votar por un presidente de gobierno autonómico o por un alcalde. Los ciudadanos votan una lista completa y un programa, y delegan en sus representantes así elegidos la tarea de negociar posteriormente el ejecutivo que consiga más apoyo. Solamente si una lista obtiene la mayoría absoluta de escaños (no de electores) se puede entender que ha habido un mandato de los ciudadanos para que sea ese partido el que gobierne. Decir lo contrario es engañar y manipular a los ciudadanos porque no se corresponde con la realidad de las leyes de este país. Si quieren otro sistema tendrán que ponerse de acuerdo los políticos para cambiarlo y sino a aguantarse y a negociar o a repetir elecciones continuamente hasta que no se logre una mayoría parlamentaria clara para gobernar.

   Con este inédito panorama, la investidura del presidente del Gobierno se antoja complicada. El PP no consigue ni con el apoyo de Ciudadanos los 176 diputados que garantizan la mayoría absoluta. Si se da este escenario en el pleno de investidura, a las 48 horas se convocaría una segunda votación en la que se requiere mayoría simple. Si en esta segunda ronda Rajoy tampoco consigue más síes que noes, tendrían lugar sucesivas votaciones de otros candidatos con esta misma fórmula. Podrían ser las primeras elecciones en las que no gobierne el candidato de la lista más votada. Si dos meses después de la primera votación de investidura no hay Gobierno, se convocarían unas nuevas elecciones.

A los poderes económicos les interesa que nada cambie para que todo siga igual y ellos poder seguir haciéndose ricos

   Para que no se repitan elecciones existen varias opciones que son hipótesis casi irrealizables visto el poco interés que tienen nuestros políticos en gobernar con otros que no sean ellos mismos:

Gran coalición del PP y el PSOE

   Para seguir gobernando, el PP podría pactar con el PSOE una 'gran coalición' , intentando recabar sus 90 escaños para sumar 213. Una solución que no parece posible, ya que desde el Partido Socialista han asegurado que rechazarán la investidura de Rajoy . "Los españoles han votado cambio y están pidiendo un cambio de políticas, no lo contrario", afirmó el secretario de Organización del PSOE, César Luena. Pedro Sánchez expresó lo mismo tras su entrevista con Rajoy. La "baronesa" andaluza, Susana Díaz, es más partidaria de una coalición de este tipo que otra con el partido que consideran rival, no socio,  Podemos, que le quiere sustraer el espacio que creen que les pertenece: el que les ha cedido el votante mayoritario de izquierda tradicional, pero ciego, ante los pactos con la derecha y las políticas económicas de derecha que habitualmente practica este partido desde que se fundó hace más de un siglo.

Gobierno en minoría del PP

   La abstención ya anunciada de Ciudadanos para permitir un Gobierno del PP en minoría no sería suficiente para los populares , que necesitarían más apoyo para contrarrestar la negativa del PSOE y de Podemos, que juntos suman 159 ‘noes’. Así pues, necesitaría el apoyo de los grupos nacionalistas como el PNV, con 6 escaños, o DL, con otros 8 escaños.

Un bloque de izquierdas con apoyo de los nacionalistas e independentistas periféricos

   Si el PP no logra formar gobierno, cabe la posibilidad de que se cree un bloque de izquierdas, liderado por el PSOE . Para ello, el partido liderado por Pedro Sánchez necesitaría contar con el respaldo de Podemos y sus 69 escaños, de Unidad Popular (IU), con dos escaños, y alguno de los partidos nacionalistas como ERC y sus 9, Democracia y Libertad, con 8, o Bildu, con 2 representantes.

Para que se vean más claras todas las combinaciones posibles:

Mayoría absoluta: 176 escaños

PP + Ciudadanos = 163

PP + Ciudadanos + PNV + CC = 170

PSOE + Podemos = 159

PSOE + Podemos + IU = 161

PSOE + Podemos + IU + ERC = 170

PSOE + Podemos + IU + ERC + PNV = 176

Pacto PP - PSOE = 213

   Nos quedan todavia dos meses, pero lo que está claro es que la formación del nuevo gobierno de España está en manos de la izquierda, del PSOE y de Podemos. Si estos dos partidos son incapaces de ponerse de acuerdo para gobernar la próxima legislatura, nos veremos abocados a nuevas elecciones. Al final la división de la derecha ha sido más perjudicial que la habitual de la izquierda. La variedad y la pluralidad tienen estos "inconvenientes". Y más si son tiempos duros y convulsos como los actuales.