“Usted describe un país que no conozco. Describe el peor país del mundo y no es verdad porque vamos claramente a mejor” (Mariano Rajoy, Presidente del Gobierno de España, a un portavoz de la oposición)
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se ha desvinculado así del panorama de pobreza y exclusión de España que le ha descrito la oposición en el pleno del Congreso de los Diputados, para proclamar la mejora de la situación económica y de las previsiones para este año.
Frente al optimismo de Rajoy, ya que el presidente del Gobierno ha utilizado expresiones como “vamos claramente a mejor”, explicando que ha sido siempre “prudente” en sus previsiones: Este es el país que no conoce el presidente más cínico, pasota y perteneciente a uno de los partidos más corruptos y con más mangantes de España, que aún gobierna y sigue engañando a sus votantes y a todos los ciudadanos decentes y honestos de este país:
PRINCIPALES CONCLUSIONES DEL INFORME
Los datos corresponden a 2013 y los trasladó ayer la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en un informe sobre la evolución de la vulnerabilidad social entre los años 2009 y 2013, la etapa central y probablemente más dura de la crisis económica, a partir de datos del Instituto Nacional de Estadística (INE)
Transcurridos ya más de cuatro años desde la formulación de los objetivos europeos
especificados en la Estrategia 2020, el seguimiento del indicador AROPE y sus
componentes muestra que en España no sólo no se ha avanzado en la reducción de
la pobreza y la exclusión social, sino que, por el contrario, ha aumentado
enormemente.
Las cifras actuales indican un 27,3% de población AROPE que supone en términos
absolutos unas 12.866.000 personas. Si el objetivo era disminuir en un millón
cuatrocientas mil personas la población en riesgo de pobreza y/o exclusión, ahora será
necesaria una reducción de más de 2,7 millones de personas en los próximos seis años.
La Privación Material Severa ha aumentado un 38% (del 4,5% al 6,2%), lo que
significa, entre otras cosas, más personas que tienen dificultades para alimentarse
adecuadamente, más personas donde se retrasa el pago de gastos relacionados con la
vivienda principal, más personas que no pueden mantener su vivienda con
temperatura adecuada y más personas que no tienen ninguna capacidad para afrontar
algún gasto imprevisto.
La población que vive en hogares con baja intensidad de empleo (BITH) se ha más
que doblado desde 2009 y, alcanza, en 2013, al 15,7% de la población entre cero y 59
años, lo que, en términos cuantitativos, supone 5.694.683 personas.
La reducción de la pobreza experimentada en el año 2013 no se debe, como podría
parecer intuitivamente, a un mantenimiento o mejora de las condiciones de vida de la
población, sino a un efecto estadístico producido por la reducción generalizada de los
ingresos.
La pobreza de los menores de 16 años es del 26,7% en 2013, más de seis puntos
porcentuales por encima de la tasa que corresponde al conjunto de la población.
En el año 2013 había un 11,7% de trabajadores en situación de pobreza, lo que viene
a demostrar, una vez más, que no cualquier trabajo protege de la pobreza.
La población inmigrante, especialmente la extracomunitaria, soporta tasas mucho
más elevadas que la población nacional.
El aumento de la desigualdad se ha intensificado entre los años 2009 y 2012. Así lo
demuestra la evolución fuertemente creciente del Índice de Gini, que se había
mantenido relativamente constante entre 2005 y 2008.
En conjunto, desde el año 2009, el Índice de Gini se ha incrementado en 8 décimas
para situarse en 33,7 puntos. Además, la proporción de los ingresos totales percibidos
por el 20% de la población con mayores ingresos multiplica por 6,3 la percibida por el
20% con menos ingresos (S80/S20).
Desde un punto de vista territorial, el estudio de los datos muestra una gran
desigualdad entre las diferentes Comunidades Autónomas, tanto en lo que se refiere
al indicador AROPE como a cada uno de sus componentes. 3
En general, el norte soporta tasas menores de pobreza y/o exclusión social, en todos
los casos por debajo de la media nacional; y el sur, mayores. Por ejemplo, en los
extremos, Navarra, País Vasco y Aragón tienen tasas inferiores al 20 %, y Canarias
Extremadura, Castilla-La Mancha y Andalucía, mantienen tasas entre el 35% y el 39%.
Caso especial es la Ciudad autónoma de Ceuta, en la que casi la mitad de su población
(47%) se mantiene en riesgo de pobreza y/o exclusión social.
Respecto a la privación material severa, se señala la gran variabilidad de la tasa de
Privación Material Severa en los distintos territorios, que oscila entre el 0,6% de
Navarra y el 15,3% en Ceuta.
Durante los años de la crisis, la población en privación material severa ha crecido más
de 800.000 personas, totalizando casi 3 millones de personas.
El número de personas que viven en hogares con baja intensidad de empleo ha
subido en todas las comunidades autónomas durante el periodo de crisis, excepto en
Ceuta, en la que ha descendido el 0,6%. Tasas muy superiores a la media tienen las
comunidades autónomas de Castilla-La Mancha, Canarias y Andalucía y las ciudades
autónomas de Ceuta y Melilla.
• En conclusión, el aumento de la desigualdad que muestran todos los indicadores
hasta el año 2012, revela que la crisis ha golpeado con mayor dureza a la clase media
y a los grupos sociales más desfavorecidos, demostrando la debilidad de las políticas
sociales implementadas.
• Por otra parte, en este momento, en que los indicadores parecen anunciar que se
acerca el fin de la crisis, es importante recordar que los resultados económicos en los
años de crecimiento no se trasladaron a los grupos más desfavorecidos de la
sociedad, lo cual, de no mediar actuaciones de redistribución decididas, se
consolidará en el futuro la pérdida del Estado de Bienestar.
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