Cuando un país (por culpa de unos representantes políticos corruptos, de sus "socios" banqueros, junto con unos cuantos empresarios sin escúpulos y unos ciudadanos complices de todos estos asaltos, robos y tejemanejes, por omisión y/o complacencia) entra en ruina económica por el expolio llevado a cabo de todo el dinero generado con las nóminas de los trabajadores y de los créditos concedidos con alto interés de Europa, todas las consecuencias se trasladan a una sociedad que se vuelve enferma sin posibilidad de recuperación moral o ética y no digamos ya económica.
Ya nos pueden rescatar doscientas mil millones de veces con iguales millones de eurazos que de dónde no hay no se puede sacar y menos si no seguimos ese consejo de que no hay que pagar un crédito con otro más gordo. Una deuda no se cura con otra peor. Principio básico simple que juntro con el de "no gastes más de lo que tienes" aquí no ha aplicado ni dios. Y hablando de dios: ¡Aquí no va a pagar ni dios! y no, no es porque España no quiera devolver lo que debe, es que ni queda ná, y entra menos. Estos desalmados profesionales de la banca, la política y el empresariado rastrero, nos han dejado sin nada que devolver. Se lo han llevado todo.
Estamos ante el fin de de una forma equivocada de entender el mundo y la sociedad, basado en el enriquecimiento rápido a costa del contribuyente. Nos queda seguir escuchando las mentiras cínicas de esta pandilla de portavoces elegidos democráticamente por nosotros cada cuatro años que hablan en nombre de los que tienen los bolsillos rotos de billetazos mangados a los ciudadanos delante de nuestras narices. No seamos tan pendejos. Vamos a madurar ya, coño, que democracia y libertad no es echar una papeleta cada 4 años en la urna. Hagamos todo lo posible por despertar de un puñetera vez si queremos que algún día nuestros hijos se sientan orgullosos de sus padres: ¡Murieron pobres, pero luchando por un mundo mejor! Y no esta mierda que sufrimos todos ahora mismo.
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