@AndresErCheca Después de la tempestad llega la calma (tensa) en los cuarteles del partido
morado. No sé hasta qué punto la muestra pública de las hostilidades, hasta el Congreso
de Vistalegre 2, ha sido un ejercicio de debate y transparencia y no un fuego
cruzado inevitable de ocultar. Si a la derecha corrupta le cuesta ocultar sus desavenencias
internas, pero lo hacen a pesar de todo y muy bien, la izquierda belicosa haría
bien en tapar lo más que pudiera sus vergüenzas y aprender en estos temas de su
enemigo (externo) común. No hay más que recordar el episodio previo del PSOE, y
la que armaron, en su guerra civil propia para “fusilar” a su secretario general.
Pues Podemos no quería ser menos y tuvo la suya propia entre las familias
mayoritarias del partido, la errejonista y la pablista. En medio impávidos y
cariacontecidos de lo que estaba pasando, todas las demás: los Anticapitalistas
-no beligerantes del todo y pro-pablistas- y la también pablista, ahora
aparentando beligerancia, Carolina Bescansa y sus seguidores. Sin olvidarnos de
“los socios confluenciales de Izquierda Unida con una media sonrisa cruel que
significaba: “Lo veis, no sois tan distintos a nosotros”
Pero
llegó el segundo Congreso de la historia de
Podemos en el palacio de Vistalegre de Madrid, y se firmó una tregua
entre las
familias moradas, tras la cruenta batalla, obligados por los inscritos
en el
partido. La cosa quedo como se esperaba, la victoria de uno suponía a
derrota sin paliativos del otro, aunque no se esperaba una victoria tan
contundente de nadie, y eso que los contendientes principales
lo habían apostado todo en esta guerra. Preferían morir con las botas puestas a
rendirse a su “enemigo” interno. Luego llegarían los Anticapitalistas diciendo
que el enemigo estaba ahí fuera (no sabemos si realmente se referían al PSOE,
al PP y Ciudadanos o a todos en general y a los poderes económicos incluidos).
Un abrazo entre los contendientes |
El apoyo y la victoria del ejercito pablista en las
primarias del partido ha sido clara y contundente, dejándolos a los
errejonistas con 1/3 de poder en el partido y controlando los pablistas,
gracias a la infrarrepresentación de los Anticapitalistas, que apoyarán a
Pablo, con 2/3 del partido a su disposición. Máximo poder para que "el César"
Iglesias haga y deshaga a su antojo. Nadie duda que se lo ha ganado, pero las
dudas que surgen ahora son en relación a cuál será la relación con el PSOE
cuando decidan qué camino toman los del puño y la rosa: si en sus primarias gana
Pedro Sánchez la secretaría general, el partido se inquierdiza y querrá pactar
con Podemos un posible futuro gobierno y si se derechiza y sigue en brazos de
la derecha con las tropas de Susana Díaz y de la gestora, no querrán ni agua
con Podemos. Las malas lenguas dicen que al haber Podemos girado
a la izquierda por la victoria de los
pablistas, estos harán a un lado a los errejonistas, más proclives a
dialogar
con los socialistas y se abrirá paso la línea dura de “PSOE KK” o PSOE =
PP.
Esta guerra civil entre las distintas izquierdas, que en España nunca ha
tenido
tregua, torpedeará de nuevo la posibilidad de pacto de izquierdas. En el
caso
de que gane Susana Díaz, la derechización del PSOE dejará todo el
espacio de la
izquierda a Podemos (a Unidos Podemos y sus confluencias estatales y
territoriales), el cual tendrá difícil el vender moderación tras la
victoria sobre
los errejonistas. Solo si son capaces aglutinar en torno ´al núcleo
irradiador`
del partido morado a las bases moderadas del PSOE podrá Podemos
conseguir ser
el PP de la izquierda, lugar que el PSOE se empeñó en abandonar casi
desde los
tiempos de Felipe González. Mientras tanto, la derecha corrupta del PP y
su socio Ciudadanos, se relamen ante los muchos años de gobierno de los
idiotas que les queda (los idiotas no son precisamente ellos, sino
todos los demas: las izquierdas con sus luchas internas y los que eligen gobiernos corruptos).
El ganador de las primarias de Podemos |
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