@AndresErCheca Tras una semana de negociaciones, Mariano Rajoy y Albert Rivera ratificaron este domingo el pacto por el que los 32 diputados de Ciudadanos votarán a favor de la investidura del candidato del PP, sumándolos a los 137 que ya tiene el PP, ya se aseguran 169, a poco de la mayoría absoluta necesaria de 176 votos que necesitan. Si sumamos el escaño de Coalición Canaria, llegan a 170. “El acuerdo es muy positivo, pero insuficiente”, admitió el propio Rajoy, resignado a fracasar en la votación y preparado ya para volver a intentarlo antes o después de las elecciones autonómicas vascas y gallegas del 25 de septiembre. El PP y Ciudadanos “invitan” al PSOE a sumarse a un pacto en el que han incluido muchas de las medidas que Rivera y Pedro Sánchez firmaron en febrero. Un chantaje en toda regla, sin olvidar la amenaza de volver a votar en Navidad, que ha montado el propio Rajoy, desde que eligió la fecha para ser investido, pudiendo haber elegido alguna otra no tan perjudicial, en el caso, como es probable, de que no supere su investidura y se tengan que volver a repetir elecciones generales. El acuerdo solo entra en vigor si Rajoy es investido.
La presión del PP y Ciudadanos, creo que es la más brutal de la historia democrática española sobre un partido político y una persona, a través de medios de comunicación afines al PP y Ciudadanos, casi todos, y también llevada a cabo por personalidades destacadas del propio PSOE, para hacer posible la investidura de Mariano Rajoy con la abstención del PSOE, no hizo mella ni doblegó a Pedro Sánchez. Pienso que gracias a que existe Podemos y que sigue compitiendo en el espacio electoral de la izquierda y del PSOE, ha evitado que el PSOE se venda como siempre a los intereses de la derecha. El secretario general de los socialistas mantendrá la posición de su partido pese a las tensiones externas, y también internas, partidarias de que el PSOE permita que Rajoy sea investido con su abstención. Sánchez considera que los casos de corrupción que protagoniza el PP le arman de argumentos frente al acuerdo con Albert Rivera.
Llevamos, desde que se convocaron las primeras elecciones generales del 20 de diciembre del 2015, más de 10 meses con un gobierno antidemocrático y de corruptos, en funciones: el PP. Tras una primera legislatura en la que la derecha no tuvo fuerza suficiente, escaños, para unirse, solo le quedó la opción a Ciudadanos de unirse al PSOE, para así boicotear la única posibilidad viable de un gobierno decente en España. Con ese pacto de pre-investidura, muy parecido, en el fondo mas que en las formas, al que ellos con el PP han firmado ahora, pretendían justificarse, más el PSOE, de la repetición de las elecciones del 26 de junio, culpando de la repetición a Podemos, por no apoyar el acuerdo PSOE-Ciudadanos. Habiendo retirado Rajoy su candidatura para ser investido, solo quedaba la opción de un gobierno de coalición entre las izquierdas: PSOE, Podemos; y los nacionalistas. No estando en esas ninguno: PSOE no quería ni gobernar con Podemos ni con los nacionalistas y Podemos no quería tampoco, más preocupado como estaba, en conquistarle la hegemonía de la izquierda al PSOE, con un supuesto sorpasso que vaticinaban las encuestas y que nunca se produjo. Nos encontramos con la razón, excusa, provocación… como queramos llamarle, de las izquierdas para no unirse: un pacto previo del PSOE con Ciudadanos en forma de trágala imposible de asumir por Podemos. Ciudadanos reconoció posteriormente que el objetivo principal del pacto era boicotear la posibilidad de un gobierno con Podemos y los nacionalistas.
Tras las elecciones del 26 de junio, las derechas salen reforzadas en su conjunto, a pesar del retroceso de Ciudadanos, por el aumento en escaños del PP, y consiguen que sea ahora Ciudadanos quien asiente al partido del gobierno, el mas corrupto de la democracia. Las derechas se unen y consiguen un pre-acuerdo de investidura, con entre 169-170 escaños. El objetivo es presionar al PSOE para que se abstenga y permita un supuesto gobierno regenerador del partido más corrupto de la historia "controlado" por Ciudadanos. Es habitual en España que las derechas acaben uniéndose pese a sus diferencias, pero unidas en sus fines comunes. Refuerza la hipótesis de que Ciudadanos se expandió a nivel nacional para impedir con sus transas un gobierno progresista dónde se encuentre Podemos y para recoger los escaños perdidos por el PP y sus corruptelas. Son un contenedor de voto descontento de centro-derecha que luego lo devuelve a su legítimo dueño: el PP.
Las izquierdas, por otro lado, siguen como siempre, con sus divisiones y luchas internas, dentro de los senos del PSOE y de Unidos Podemos, y entre ellos. Para la izquierda española es más importante la lucha por la hegemonía y discernir sobre cual es “más verdadera”, que unirse para organizar con los nacionalistas un país más prospero, igualitario, justo y decente, dónde ninguna comunidad o nación histórica se quiera independizar. Por eso el PSOE está en el NO a todo, incluido a un gobierno con Unidos Podemos y los nacionalistas y Unidos Podemos sigue sin ser un socio confiable para el PSOE. Excepto los nacionalistas, nadie ha apostado claramente por apoyar a la izquierda española, ni entre ellos mismos. Curioso que los nacionalistas que se quieren independizar de España, del color político que sean, sean los únicos que apuesten claramente por apoyar a un gobierno progresista de estos dos (Unidos Podemos y PSOE).
Vamos de cabeza a las terceras re-elecciones generales en un año, si nada cambia sustancialmente, y mientras las derechas amenazan con gobernarnos otros cuatro año, con su bestialidad característica, las izquierdas siguen en "sus cosas". Os dejo con las principales medidas acordadas por el PP-Ciudadanos en su pacto de pre-investidura:
Bloque económico:
Simplificación del modelo laboral en tres tipos de contratos, uno de los cuales es de indemnización creciente según la antigüedad, parecido al contrato único de Ciudadanos
Mochila austriaca
Bonus para empresas que menos despidan
Reforma del régimen de trabajadores autónomos para dotarlo de más flexibilidad y nuevas ayudas
Compromiso de no subir los impuestos
Cumplimiento íntegro de la amnistía fiscal
Plan de lucha contra el fraude y revisar la lista de paraísos fiscales
Se suprime el impuesto al sol
Dedicar al I+D+i el 2% del PIB en 2020
Bloque social:
Compromiso de revertir los recortes en políticas sociales
Plan social por un importe global en toda la legislatura de 28.500 millones de euros, que incluye un complemento salarial a los sueldos bajos, un plan contra la pobreza infantil, la dación en pago y la igualación y ampliación del incremento de los permisos de paternidad y maternidad: en el primer año de legislatura, el permiso pasaría de 18 semanas a 22, y a 26 semanas el segundo año.
Compromiso de revertir los recortes en dependencia y volver a índices de antes de 2011
Pacto nacional contra la violencia de género.
Pacto nacional por la educación. Se paraliza el calendario de aplicación de la LOMCE. Incluye libros de textos gratuitos.
Bloque de reformas institucionales:
12 de los 20 miembros del CGPJ serán elegidos por los propios jueces y no por el Parlamento
El Fiscal General del Estado podrá ser reprobado o cesado por el Parlamento
Tribunal Constitucional. Se amplían las incompatibilidades para los magistrados
Incremento de la partida presupuestaria para justicia en un 10%
Senado: compromiso de reforma para convertirlo en una verdadera “cámara territorial” y reducción del número de senadores
Recorte de 1.000 millones en empresas públicas y diputaciones
Endurecimiento de las puertas giratorias de la política a la justicia
Reforma electoral para hacerla más proporcional
Ley integral contra la corrupción que incluya el delito de enriquecimiento ilícito y la protección de los denunciantes
Reforma de la Ley de financiación autonómica el primer mes de la legislatura
Pacto por España. No habrá referéndum de independencia
Mesa de trabajo de expertos para impulsar la reforma de la Constitución
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