Me gustaría comentar los antecentes de este acuerdo de última hora que se producía cuando ya todos creíamos que Cataluña tendría que repetir elecciones por la falta de acuerdo entre Junts pel Sí y la CUP, sin cuyos votos era imposible formar gobierno, tras tres meses de desencuentros y asamblearismos sospechosos con "empates" extraños y dimisión de Baños, su líder, incluída, antes de tiempo, por estar de acuerdo en apoyar a Mas y la mitad de su partido parecía que no. Junts
pel Sí y la Candidatura d'Unitat Popular acabaron firmando un acuerdo para
proclamar como nuevo presidente al alcalde de Girona, Carles Puigdemont y
arrancar la legislatura en Cataluña. Puigdemont, que fue número tres de la
lista de Junts pel Sí en Girona, fue elegido presidente en la primera
votación. Es la única alternativa que quedaba, puesto que el plazo para
la investidura terminaba el domingo y solo daba tiempo para una única sesión.
Para lograrlo, Mas da un paso al lado y renuncia a la investidura. Según
su explicación, él mismo señaló a Puigdemont como su sustituto. Mas no tendrá ningún cargo, pero no se retira de la
política. El presidente catalán ha aseverado que será expresidente, y se
ha puesto a disposición del nuevo Gobierno para seguir trabajando. Su
misión, ha asegurado, será trabajar para la refundación de Convergència.
Mas se reserva la posibilidad de volver a presentarse como candidato en
unas elecciones a la Generalitat: "Esta puerta queda abierta". El
todavía presidente en funciones no ha decidido si sigue como diputado en
el Parlament.
A cambio de lograr la retirada de Mas, la CUP cede los
votos de dos de sus diez diputados en el Parlament. El caso es que retirarse, retirarse, se retira muy poco este señor. Pero intentarán vender a sus simpatizantes esta película. Se someten ellos, no someten a Mas, que solamente se hace a un lado. Los anticapitalistas
se comprometen a que los dos elegidos participarán en las
deliberaciones y votarán junto a Junts pel Sí. y a un acto de contricción y disculpas ante el pueblo catalán por entorpecer el proceso. ¿Serán de esperar más humillaciones? Lo veremos. Todo por la independencia, incluído abandonar su hoja de ruta social. Al tiempo. La CUP se entrega a los brazos de los que dicen combatir casi con fervor, Syriza a su lado son ultraizquiera (es broma). Con 64 escaños
asegurados, la coalición de CDC y ERC tendrá uno más que Ciudadanos,
PSC, PP y Catalunya Sí que es Pot, que tienen 63. Xavi Generó, portavoz
de la CUP, ha matizado que el grupo parlamentario de los
anticapitalistas seguirá teniendo, en teoría, 10 diputados, aunque dos
de ellos actuarán como si fueran parlamentarios de Junts pel Sí. Los ocho
diputados que quedarán de la CUP tendrán las manos ligadas. El acuerdo
establece que los parlamentarios no podrán votar junto al resto de la
oposición en asuntos que comprometan la estabilidad parlamentaria del
Gobierno. Eso conlleva que en votaciones en las que discrepen del
Ejecutivo, como mucho, se podrán abstener. Con esa fórmula, y los dos
diputados que cede la CUP, Junts pel Sí se asegura ganar todas las
votaciones en el Parlament. El acuerdo, según las explicaciones de Mas, establece que habrá
diputados de la formación anticapitalista que renunciarán a su escaño y
que la CUP reconocerá haber cometido "errores" en la negociación. Según
el todavía presidente en funciones, será un gesto para corregir la
tensión que ha habido durante las negociaciones.
Los
pasos que van a seguir las candidaturas independentistas están
explicitados en la “hoja de ruta unitaria del proceso soberanista
catalán” que pactaron CiU y ERC, y que terminan en 18 meses con la
celebración de un referéndum sobre una eventual Constitución catalana
—no sobre la secesión—. El documento traza el camino, que comienza con
una declaración soberanista inicial, como "anuncio e inicio del proceso
hacia la proclamación del nuevo Estado". A continuación, comenzará la
"elaboración de un proyecto de texto constitucional en el plazo
aproximado de 10 meses, mediante un mecanismo participativo". En
paralelo, el Gobierno catalán procederá a la creación y puesta en
funcionamiento de "las estructuras necesarias del nuevo Estado: hacienda
propia, seguridad social, transitoriedad legal, acción exterior,
transición de infraestructuras estratégicas, servicios sociales y de
salud, abastecimiento energético, seguridad…"
Mucho puño "anticapitalista" en alto para al final doblegarse al capitalismo burgues de Convergencia |
En cuanto a la reacción de los partido "españolistas" (o casi), empecemos con el PP, que sustenta al gobierno en funciones de España. Digamos que lo de no repetir elecciones en Cataluña ha significado un jarro de agua fría para todos porque no está nada fácil con los resultados de la elecciones generales formar gobierno en el país. Si no quieres caldo toma dos tazas. Ahora se complica mucho más todo ya que la cuestión independentista ocupa el centro del tablero político, por los quebraderos de cabeza que causará. El
líder del PP está convencido, y así se lo trasladó a los suyos, de
que sus posibilidades de permanecer en la Presidencia del Gobierno, hoy
aún remotas, están en manos de Sánchez. Rajoy se preparaba para un
largo proceso de negociaciones e incluso contaba con no obtener su
investidura ni en primera ni en segunda votación. Solo tras un fracaso
del líder socialista en formar una mayoría alternativa, con el que contaban en el PP por su convencimiento de que la incompatibilidad es
absoluta entre socialistas y Podemos, Rajoy volvería a desplegar presión
en busca de apoyos para evitar el peor de los desenlaces: una
repetición de las elecciones. La desaparición en el
futuro inmediato de una campaña electoral en Cataluña, que hubiere
supuesto serias interferencias en la búsqueda de pactos, así como el
desafío soberanista que se comenzará a vislumbrar a partir del próximo
lunes, lleva a un cambio de estrategia. Ahora lo más conveniente es que
los plazos empiecen a correr cuanto antes. Rajoy
aprovechará la primera sesión del debate de investidura para defender la
necesidad de un Gobierno de amplia mayoría, que ofrezca estabilidad y
solidez: PP + PSOE + Ciudadanos.
Los socialistas creen que hay que ser prudentes y esperar a ver
cuáles son los primeros pasos que da el nuevo Govern catalán. Si es
necesario dar una respuesta a cualquier intento de quebrantar la ley, el
PSOE apoyará al Ejecutivo. De hecho, ya decidieron en su momento
posponer su recurso, que ya tenían redactado y listo, a la reforma del
Tribunal Constitucional que el PP aprobó en solitario, por el que se
daba al alto tribunal la posibilidad de ejecutar sus propias sentencias.
Esa reforma, como reconocen ya abiertamente los miembros del Gobierno
en funciones que participaron en su elaboración, puede ser el arma que
evite acudir al recurso extremo del artículo 155 de la Constitución, que
permite al Gobierno central arrebatar competencias a un Ejecutivo
autonómico y que nunca se ha utilizado en la historia democrática. Poco
ha durado en el PSOE el sueño de un pacto a la portuguesa para
convertir a Pedro Sánchez en presidente del Gobierno. La idea, reforzada
por el propio Sánchez desde Lisboa, parece que está ahora evaporada tras el
acuerdo alcanzado en Barcelona por la CUP y Junts pel Sí para permitir
que el procés siga adelante y se evite el escenario de elecciones en
Cataluña. "El acuerdo catalán lo complica todo". La frase la firman en
términos exactos miembros de la dirección, barones críticos con Sánchez y
viejos dirigentes socialistas. "Todo es más difícil
pero no nos volvamos locos", señala un miembro de la Ejecutiva. La mayor dificultad del secretario general
se puede contabilizar en un número: 17. Esos son los escaños que suman
en el Congreso Esquerra y Convergència. 17 abstenciones que se hacían
imprescindibles para que Sánchez llegase a La Moncloa, si finalmente
conseguía convencer a Pablo Iglesias para ese pacto a la portuguesa.
Tras
el acuerdo catalán, esas 17 abstenciones ya no se consideran en Ferraz
como una opción viable. "Cómo explicamos ahora que los que buscan la
independencia en cuestión de meses son los que facilitan que lleguemos
al Gobierno", señala un dirigente socialista. Los barones, por su parte,
dan por hecho que el acuerdo catalán bloquea la posibilidad de un pacto
con el que investir al líder socialista. En la
Ejecutiva de Sánchez son plenamente conscientes de la dificultad que
aporta la nueva situación. "Ahora las presiones van a ser muy fuertes",
afirma un destacado miembro de la Ejecutiva, en referencia a la
dificultad de decir no a un Gobierno de Rajoy mientras Cataluña encara
la puerta de salida. En el sector crítico al secretario
general socialista son más rotundos y señalan: "La ensoñación de Pedro
de llegar al Gobierno se ha terminado".
¿Qué opciones
le quedan al líder del PSOE? La abstención de Ciudadanos parece ser la
única pero nadie en Ferraz ve ahora a Albert Rivera alejándose del
discurso del PP, mientras en Cataluña la Generalitat inicia la cuenta
atrás para la independencia. Ferraz (oficialmente en
silencio el domingo) asume que la situación se les ha complicado
sobremanera. Incluso la posibilidad de nuevas elecciones se antoja
complicada. "Mientras Cataluña se va, nosotros pidiendo que los
ciudadanos vayan a votar. No parece fácil", señala un dirigente
socialista. Ante esta situación, el entorno más cercano
al secretario general mantiene su postura de que un apoyo a Rajoy es
inviable. "Si apoyamos a Rajoy ahora, no sé qué pensarán algunos
dirigentes, pero los electores nos destrozan", afirma un miembro de la
Ejecutiva que concluye con una frase lapidaria. "A veces, uno muere de
responsabilidad". Próximo episodio en el Congreso de los Diputados
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