Rajoy, el hombre "ocupado"

Mariano Rajoy juega al dominó en un bar de Olmedo (Valladolid)

 “Rajoy, me gustas en los debates, porque estás como ausente”

   Hoy, Mariano Rajoy, durante su visita a la localidad de Olmedo (Valladolid), el candidato del PP ha aprovechado para jugar con pensionistas una partida en un bar. Una parada más en su particular pre-campaña electoral. Y eso que dice no tener tiempo para "otras cosas" como debatir con sus adversarios políticos en debates de más de dos en la pre-campaña y en la campaña electoral que se avecina.

   Sin embargo, sí tiene tiempo para lo que le interesa. Mariano Rajoy y su clan de pensadores propagandísticos decidieron ayer contraprogramar el debate que había organizado El País, y al que acudieron Pedro Sánchez, Albert Rivera y Pablo Iglesias con una comparecencia sorpresa en el informativo más visto de la noche, el que presenta Pedro Piqueras en Tele 5, a la misma hora en que se celebraba el debate al que decidió no asistir el presidente del gobierno más ocupado del mundo. Hasta en campaña electoral.

   Rajoy solo quiere debatir con Pedro Sánchez. “Es el debate que siempre se ha hecho con el líder de la oposición”, insistió en esa idea el propio Rajoy en su entrevista con Pedro Piqueras en Tele 5. Debates presidenciales ha habido cinco desde que se estrenaron en 1993. El PP sabía lo que se jugaba y a lo que se exponía cuando decidió que solo se enfrentaría al líder del principal partido de la oposición, que es el debate que se considera “fundamental como alternativa real de Gobierno y no con otras fuerzas aún extraparlamentarias”. Esa es su teoría.

   La ausencia del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha protagonizado la mayoría de las reacciones de partidos y medios de comunicación al debate digital organizado por EL PAÍS este lunes. Entre el asombro y la denuncia, todas las formaciones políticas han criticado que el líder del PP y candidato a la reelección en las generales del próximo 20 de diciembre decidiera no acudir al encuentro para discutir con sus rivales. Mientras que el PSOE, Ciudadanos y Podemos han cargado contra el PP, los populares han intentado darle la vuelta a la percepción generalizada y han llegado a considerar a Rajoy ganador de la cita, pese a su ausencia. Entre medias, el Gobierno ha optado por el ataque como la mejor defensa y ha intentado, a través del ministro de Justicia, Rafael Catalá, culpar a EL PAÍS por no aceptar que la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, sustituyera al cabeza de lista del PP.

   También la derecha mediática ha intentado equiparar la ausencia de Rajoy a la de Andrés Herzog de UPyD y a la de Alberto Garzón de Unidad Popular-IU, que ni siquiera fueron invitados. Pero ese es otro tema con el que como siempre quieren confundir, no se sí a sus votantes o a quién, porque salvo sus fieles, esos que le perdonan todo a  este partido de mangantes y mentirosos, cómo a su actual líder, la impresión es de que Rajoy tiene miedo de que sus adversarios políticos les restrieguen  “sus vergüenzas” y las de su partido a la cara a casi dos semanas de las elecciones generales. Debe de pensar que los españoles somos tontos. Y no lo somos. ¿Verdad?