Los
que habitualmente sigan los ´post`de este blogero gambero, lo que les
agradezco sobremanera (espero que sepan disculpar mi pedanteria de
escribir sobre mí en 3ª persona del plural, que doy mi palabra no
volveré a usar por pretencioso que resulta), se habrán dado cuenta que
suelo ser muy crítico, más bien autocrítico con lo que consideró exceso
de parsimonia, optimismo acrítico y falta de inicativa y acción de mis
queridos paisanos, compatriotas y sufridores ciudadanos de esta patría
del desánimo, la negatividad y la desesperanza en que han querido
convertir a este país.
La
razón de ser duro con los que me rodean y conmigo mismo, por supuesto, y
no andarme con falsa autocomplacencia, por dañina que pudiera resultar
en este momento tan crítico para el país, es precisamente para intentar
evitar que por la desidia y apatía ciudadana, los habitantes de este
país no actuen y dejen hacer a todos los ineptos y corruptos que están
hundiendo esta España por esgoísmo, inutilidad o simple interés
económico personal a costa de la mayoría ciudadana.
La
España de charanga, pandereta, circo, fútbol y toros ha vuelto al poder
y no podemos permitir que vuelva a hundirnos otros cuarenta años o más
en el retroceso social, económico y en derechos civiles que por fin
habiamos logrado recuperar y casi ponernos al día con respecto a los
países más avanzados democráticamente hablando. Es por eso que intento
dar caña, ser duro, conmigo mismo primero, con mi generación despues,
con la que me antecede y con la que viene detrás para que no sean
complices por dejadez de los que no aman a este país y quieren que de
nuevo se hunda en el fango de la insolidaridad, la injusticia y la
pobreza, para ellos seguir viviendo bien a costa de los que menos
tienen.
Ánimo
y a seguir luchando: en nuestro ámbito privado, vecinal, ciudadano en
general y social en particular. Los españoles nos merecemos lo mejor y
no a estos mediocres políticos cavernícolas dirigiendonos al abismo de
la historia y de la civilización.
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